La
segunda temporada de Stranger Things sigue justo después de lo que pasó con
Will. Aunque ya está de vuelta en casa, se nota que algo raro le pasa: tiene
visiones del mundo del revés y ve una sombra gigante y aterradora. Su mamá,
Joyce, intenta ayudarlo, pero nadie entiende bien qué le está pasando.
Mientras
tanto, Once sigue viva, pero está escondida porque todos creen que desapareció.
Se queda con Hopper, quien la cuida como si fuera su hija, aunque ella no está
muy contenta con eso y decide buscar a su verdadera madre. En el camino,
encuentra a una chica con poderes como los suyos, pero al final se da cuenta de
que su verdadero lugar es con sus amigos.
Por
otro lado, aparece un nuevo personaje, Max, que se une al grupo, aunque a Lucas
y Dustin les gusta demasiado y eso causa algunos problemas. También llega
Billy, su hermanastro, que es un tipo bastante agresivo y problemático.
El
problema más grande de la temporada es el desuellamentes, la enorme sombra que
Will ve en sus visiones. Resulta que está poseyendo a Will y usándolo para
conectar el mundo del revés con el mundo real. Para detenerlo, Once regresa en
el momento justo y usa sus poderes para cerrar la puerta entre dimensiones.
Finalmente,
todo parece volver a la normalidad otra vez. Hay un baile escolar donde los
personajes tienen su momento de felicidad… pero en la última escena se ve que
el desuellamentes sigue acechando desde el mundo del revés, dejando claro que
aún hay más peligro por venir.
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